Batallas Ecuatorianas

GLORIOSAS BATALLAS DEL ECUADOR

9 DE NOVIEMBRE DE 1820 / BATALLA DE CAMINO REAL

Al amanecer del histórico 9 de noviembre de 1820, Urdaneta ordenó dar el primer disparo, que era la señal convenida para iniciar el combate; de inmediato, se escucharon las detonaciones del otro cañón a cargo del sargento  Cacique Alvarez y siguieron disparando los demás soldados patriotas. El ejército libertador estaba frente al de los realistas, eran las ocho de la mañana, los soldados se encontraban a tiro de fusil y de inmediato hicieron una descarga cerrada, por lo que se escucharon los estruendos de la contienda, debido a los nutridos disparos de los patriotas que sorprendieron a los soldados realistas; también el grupo de Febres Cordero apoyó con el fuego enviado por el lado de retaguardia, lo que facilitó para cundir el pánico en los enemigos españoles, que horrorizados abandonaron sus trincheras en desbande espantoso, para darse a la fuga los  que pudieron salvarse de la valiente y decidida actuación de los soldados patriotas, que se cubrieron de gloria en los campos de "Camino Real", el 9 de noviembre de 1820, constituyéndose esta batalla en la primera en su avance hacia la libertad.

Después del combate se escuchó entonar dianas de los clarines  y  Abdón Calderón hacía flamear en el horizonte bolivarense, la gloriosa enseña azul y blanco que portaba como abanderado del batallón Yaguachi.


21 DE ABRIL DE 1822/ BATALLA DE RIOBAMBA

Era la mañana del sábado 21 de abril de 1822, en que el coronel argentino Juan Lavalle, hizo su avance con un reducido escuadrón de granaderos, formado por 96 soldados, para poner en derrota a los jinetes de la caballería española.

En esta acción de armas es importante reseñar la dirección estratégica desrrollada por el Gral. Antonio José de Sucre, con Divisiónes del Perú y Argentina, bajo las órdenes del coronel Andrés Santa Cruz.

Con este glorioso triunfo que la historia la reseña como la Batalla de Riobamba, el ejército patriota pudo avanzar hacia el norte.
La Batalla de Riobamba es importante, porque si no hubiesen logrado el triunfo los patriotas el 21 de abril de 1822, no hubiese sido posible llegar al triunfo definitivo logrado el 24 de mayo 1822, en la gloriosa Batalla de Pichincha.

 


24 DE MAYO DE 1822 / BATALLA DEL PICHINCHA

El Gral. de Brigada Antonio José de Sucre, un veterano de guerra y el más fiel y leal de los oficiales de Simón Bolívar, era el comandate en jefe al frente de 3.000 soldados. El ejército realista estaba dirigido por el Mariscal de Campo Melchor de Aymerich,  con más de 2.000 soldados. Se puede afirmar que en Pichincha pelearon soldados de un ejército internacional, que conbatieron a más de 3.000 metros de altura.  Llegaron los patriotas a Latacunga y alcanzaron el valle de los Chillos, hasta que la noche del 23 de mayo el ejército patriota hace su ascensión al Pichincha, lo cual les favoreció para ocupar una posición inexpugnable con la que pudieron tomar ventaja sobre el adversario que al amanecer del 24 de mayo de 1824, después de un desesperado avance, ascendieron a las faldas del coloso Pichincha, en el cual fueron aniquilados los escuadrones del ejército realista, por los batallones patriotas.

 


17 DE JULIO DE 1823/ BATALLA DE IBARRA

El ejército libertador se hallaba en Otavalo, para organizar el ataque; se pusieron en marcha, cambió de ruta por el paso de El Abra y llegaron hasta Ibarra el 17 de julio de 1823 y sorprendieron a las tropas del Crnel. Agustín Agualongo, enfrentándose en una tenaz y sangrienta contienda, tanto en las calles de la ciudad de Ibarra, como en la planicie de la hacienda "La Victoria", a la otra orilla del río Tahuando, en donde el ejército de 2.000 pasteños o pastusos fueron aniquilados por el ejército libertador dirigido por el propio Simón Bolívar, desde la histórica piedra conocida como "La Chapetona".

Cabe destacar, asimismo, que en la heroica batalla de Ibarra, fue la única en territorios del Distrito del Sur (hoy Ecuador), en que estuvo a la cabeza del ejército y en el campo de combate el propio libertador Simón Bolívar.

 


27 DE FEBRERO DE 1829/BATALLA DE TARQUI  

El 26 de febrero de 1829, los batallones formados por soldados de los ejércitos grancolombianos, al mando del mariscal Antonio José de Sucre y del Gral. Flores, como comandante del Sur, ubicados estratégicamente en esas regiones inhóspitas y fangosas; que empezaron a atacar al rayar el día 27 del mismo mes, en la cordillera del Nudo de Portete, por cuyas breñas corre vertiginoso el río Tarqui. A pesar de la superioridad numérica del ejército peruano, integrado por 8.000 soldados, al mando del propio Gral. José Lamar, que dirigía los batallones "Pichincha" y "Sepita", los sureños   percibirion la gran superioridad estratégica de los batallones colombianos dirigidos por experimentados oficiales.

El Mariscal Sucre, como siempre, demostró su ecuanimidad, jamás abusó de las victorias obtenidas.  Dispuso además que se levantara en el campo de la batalla de Tarqui, una columna de Jaspe, con la siguiente leyenda: "El ejército peruano de ocho mil soldados que invadió la tierra de sus libertadores, fue vencido por cuatro mil bravos de Colombia, el 24 de febrero de 1829".

Al siguiente día de la épica jornada, el Gral. Lamar, envió un emisario para hacer conocer que aceptaba cesar las hostilidades y que enviaría a sus comisionados para suscribir un tratado de paz.

En la histórica "Casa de los Tratados", que es considerada como reliquia histórica en el hoy cantón Girón,  y en donde está convertido en un concurrido museo, se suscribió: el "Tratado de Girón". A pesar de lo convenido en el "Tratado de Giron", el Perú no estaba dispuesto a desocupar el Golfo de Guayaquil, por lo que tuvo el propio libertador que asumir la defensa del puerto y la desocupación de las tropas invasoras.

 


24 DE SEPTIEMBRE  DE 1860 / BATALLA DE GUAYAQUIL

A los difíciles acontecimientos que vivía el país en esos momentos  anteriores, sucedieron otros peores, como la firma del Tratado de Mapasingue o Franco- Castilla, según el cual el general Guillermo Franco aceptó varias pretensiones peruanas, a cambio de su apoyo con armas, municiones, dinero, soldados y buques de guerra, para combatir las aspiraciones de García Moreno. El general Guillermo Franco, preparó de inmediato la rebelión en contra del ejército garciano y de los tres gobiernos que dirigían el país. En medio de esos conflictivos sucesos, el Gral. Juan José Flores, experimentado militar, ofreció su apoyo a García Moreno, su antiguo enemigo, quien aceptó y lo nombró Jefe Supremo del Ejército; juntos lograron organizar un bien montado ejército y la última semana de julio marcharon al puerto principal para emprender las acciones bélicas y poner orden en la nación.

La estrategia de guerra fue trazada el 23 de septiembre de 1860, por el bisoño General Flores, según la cual, él atacaría por el cerro Santa Ana, que era el norte de la ciudad y García Moreno con una dotación de tropas debía cruzar el Estero Salado y poder encerrar al ejército franquista en medio de dos fuegos.

García Moreno, con extrema habilidad y astucia, logró convencer al Crnel. Pedro Pablo Echeverría, jefe de la fuerza que custodiaba el Paso del Salado (hoy puente Cinco de Junio en el malecón del Estero Salado de Guayaquil) y la oferta era entregarle tres mil pesos y su ascenso a General, por su colaboración. El ejército del traidor Gral. Guillermo Franco se vio encerrado y acorralado en el sitio que hoy corresponde al parque de "La Victoria", en la cual obtuvieron la victoria . El Coronel Echeverría se acercó a cobrar lo ofrecido; García Moreno ordenó el pago de los tres mil pesos; pero el oficial reclamaba también el ascenso, a lo que el mandatario respondió: "Nunca... La traición se paga, pero no se premia". Gracias a esta histórica Batalla de Guayaquil, librada el 24 de septiembre de 1860, comandada por el Gral. Juan José Flores y por García Moreno, se salvó el Ecuador de caer en la desintegración total.

 


24 DE JULIO DE 1941 / COMBATE AEREO- NAVAL DE PUERTO BOLÍVAR

El barco de guerra ecuatoriano denominado aviso "Atahualpa", se hallaba custo- diando nuestro mar territorial, fondeado frente a Puerto Bolívar; su capitán, el Alférez de Fragata Victor Leonidas Naranjo Fiallo, recibió las órdenes para avanzar hasta Hualtaco e islas cercanas de la frontera ecuatoriana-peruana, por lo que inició su travesia; pero en forma sorpresiva fue atacado por tres aviones de guerra peruanos; con valentía y mucha pericia nuestros marinos del aviso "Atahualpa", rechazaron el bombardeo aéreo, con fuegos de ametralladoras, fusilería y con los dos cañoncitos anti-aéreos que disponía el aviso.

Los ecuatorianos no debemos desconocer jamás, esta jornada heroica, con triunfo absoluto de nuestro inmortal aviso "Atahualpa" y de su valiente tripulación, que se cubrió de gloria en un desigual combate aéreo-naval, frente a Puerto Bolívar el 24 de julio de 1941.

 


25 DE JULIO DE 1941  / COMBATE NAVAL DE JAMBELÍ

   El 24 de julio de 1941, por la noche, salió desde uno de los muelles de Guayaquil, un convoy de barcos mercantes,  que transportaban a 800 voluntarios guayaquileños, para ir a defender territorios orenses atacados e invadidos por tropas peruanas, en la guerra del año de 1941; llevaban además armas y pertrechos para los batallones ecuatorianos que defendían la provincia de El Oro. El convoy iba resguardado por el antiguo crucero "Cotopaxi", que había tomado el nombre de Cañonero "Calderón".

Nuestra flota amaneció en Puerto Bolívar el día 25 de julio de 1941 y de inmediato se procedió a hacer el desembarco y a las diez de la mañana se disponía a regresar el convoy a Guayaquil, asimismo custodiado por el cañonero "Calderón", cuya tripulación estaba comandada por el Capitán de Corbeta Rafael Morán Valverde.

En términos de guerra naval era una derrota de una División Naval completa. El combate duró cuarenta minutos. En ese glorioso combate de Jambelí del 25 de julio de 1941, nuestro glorioso cañonero Calderón se cubrió de laureles, no sólo porque pudo salvar a las naves mercantes que custodiaba, sino que despejó el horizonte marítimo de naves enemigas y pudo acoderar en el muelle de Puerto Bolívar, en donde la muchedumbre lo aclamaba delirante, pletórica de emoción y aplausos, cuya épica hazaña avivó la llama del patriotismo.

 


OTRAS BATALLAS Y COMBATES MEMORABLES

 

 

Partners